Lección ejemplar

Lourdes Miguel Sáez · ¡µvila 

Un dedo ágil se desliza por la pantalla táctil de la tecnología del futuro, mostrando los diseños elocuentes de un cartel que traspasa fronteras. Sorprendo al benjamín de la casa observando sin pestañear cómo rescata de la realidad virtual rostros de dolor, vidas heridas por el sufrimiento y sentimientos silenciados por la explotación humana. Recopila información para un trabajo sobre los Derechos Humanos. Ninguna palabra. Sólo su mirada y su gesto desconcertado advierten de la gravedad del tema. Sus ojos inocentes se vuelven hacia mí, buscando una explicación. No respondo. Esas imágenes interpelan la conciencia y se convierten en sentencia para la Humanidad entera. Regreso a mi despacho, entre documentos y expedientes, y entre mis notas encuentro un breve apunte: “Hoy el profesor nos explicó lo que era la Justicia. Que tu trabajo, para el que dedicas tantas horas al día, nos enseñe a creer en ella”.

 

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