Intercambio
Pablo Herrero Ponce · Santa Cruz de TenerifeLa ciudad está llena de carteles anunciando mi exposición letrada: “Leyes correctoras de la explotación financiera” Siento pavor por los aviones y no me queda otro remedio que pasar media vida en la carretera. Mi chófer siempre entra en sala y espera a que yo acabe para llevarme al hotel así que, tras 157 sesiones, se conoce mi conferencia como el Padre Nuestro. Hoy repasamos el orden de los apartados de la charla en la pantalla táctil de mi i-Pad y nos intercambiamos las ropas antes de llegar al auditorio. Mi sorprendente chófer no sólo se conformó con resultar un eminente profesor otorgando a cada frase un aire de sentencia con una frescura que yo ya había perdido, si no que además, al recibir la primera pregunta, se permitió el lujo de responder sonriendo:” Esa cuestión resulta tan sencilla, caballero, que con mucho gusto se la contestará mi chófer”