ROJO CARMíN

FCO. JAVIER GUILLÉN DOMÍNGUEZ · DOS HERMANAS (SEVILLA) 

Le di un último bocado al pastel de calabaza antes de bajar del coche y cruzar el puente de Saint Denis. Al otro lado esperaba la policía y el chico al que me tocaba defender de oficio. Al parecer le sorprendieron llevándose la ropa interior del cuerpo que ahora cubría la sábana en el embarcadero. Según los agentes, la joven era prostituta y se llamaba Susan. ¿El chaval? Un infeliz sin recursos seducido por la idea de ganar un puñado de libras vendiendo aquellas prendas color carmín. Pero no un asesino. Le declararon inocente incluso antes de que un oficial de la naviera Walter&Walter confesara el crimen arrepentido. Caso fácil. Hoy vuelve a estar nublado y la mañana lo tiñe todo de gris. Todo, excepto las braguitas rojas que luce mi chica tirada en la cama. Ahora pienso que quizás me equivoqué al regalárselas. Definitivamente, le quedan grandes.

 

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