Palabras quebradas

Gonzalo Castro Colinet · Madrid 

Manchas de sexo y mermelada sobre una alfombra que se ha arrancado los ojos asustada. Cordón policial impenetrable que augura un daño irreparable, un grito desquiciado de terror que aún sigue llorando el eco de una habitación violada. Todavía parece desnudo el cuerpo esa niña adolescente que tirita de pánico mientras sube al estrado. Observa temblorosa a su alrededor, y se estremece al ver la misma mirada fría y excitada de aquel indeseable, que asesinó en pocos minutos su inocencia de muñeca de porcelana. Una joven abogada se ve acorralada por la audacia de viejos letrados curtidos en mil batallas, que olvidan el asunto con una ridícula fianza. Lucha desigual entre una cría de mamota y su más voraz depredador, el águila real. Garras afiladas capaces de quebrar los huesos de una presa que nunca se rinde. Guerra de guerrillas que hace justicia con la víctima. No hay sonrisas.

 

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