El lenguaje de la discordia

Eva Saavedra Montero · Madrid 

Me esperaba bajo la lluvia, mojándose, nerviosa. Entramos al Juzgado, esperamos, entramos en la sala, el juez le preguntó si ratificaba la renuncia a su hijo, no entendió, se lo repitió, estaba más nerviosa, el juez explicó “que si usted quiere o no quiere al niño”, si le quiero, dijo, claro que le quiero, cuando lo dejé en el centro llevaba un calcetín rojo y otro azul, y un babero con una tortuga pequeña, me acuerdo de ese día todos los días. El juez dijo “habida cuenta de lo alegado se transformará en verbal”. ¿Qué es lo alegato? Ha dicho alegado, el Juez piensa que hay un indicio de que no quieres darle en adopción. Yo le quiero, quiero que le adopten, que tenga padres, le quiero pero no conmigo, no tengo nada, quiero que le quieran y que sea alguien, no como yo, que no entiendo de nada.

 

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