El nasciturus

Jose María Bento San Roman · Galapagar (Madrid) 

La herencia del difunto Mr. Goldman podía valorarse, deducidos impuestos, en cerca de mil millones de dólares, muchos de ellos colocados a plazo fijo en cuentas suizas. Su joven viuda, con la que se había casado unos meses antes de que su jet privado se estrellase en Nevada, no heredaría más que una suma insignificante, ya que no había descendencia. Reunidos en la notaría para abrir el testamento, los familiares del difunto se frotaban ya las manos pensando en la jugosa tajada que iban a sacar. Fue entonces cuando el abogado de la joven viuda interrumpió al notario, blandiendo un informe médico. Mientras la joven viuda no ocultaba su satisfacción, su letrado anunció con resolución un hecho inesperado que lo cambiaba todo. El informe, firmado por un ginecólogo, acreditaba sin lugar a dudas que la viuda estaba embarazada desde antes del accidente. El nasciturus lo heredaría todo.

 

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