Blanca Gutiérrez Hernández

Microrrelatos publicados

  • Me llamo Aref

    Cuando la oficina de asilo me comunicó la resolución del caso, Aref, cansado de esperar, ya estaba de nuevo en la carretera. Recordé su ira y lo vulnerable que se sintió en nuestra primera entrevista, casi sin entender para qué servía una abogada. Mientras releía su relato, lo imaginé camino de Alemania: "He saltado la valla porque quiero una oportunidad. No sé cuál es mi edad. Recuerdo a mi hermana pequeña asustando al rebaño como si fuera un lobo y a mi padre perder su empleo. Luego los días se perdieron en escondites y camiones. Los talibanes no cesaban de asaltar nuestros ganados por sorpresa con sus motos y escopetas. Ellos querían erradicar a toda la población contraria a sus ideas. Un día al regresar vi las cabezas de mi hermana y de mi madre, cortadas, sobre el muro de adobe.

    Aref había conseguido la protección internacional.

    | Junio 2021
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  • Lo natural

    Desde que heredó el bufete, a John Nass le dolía la espalda. Con el tiempo, aquella espectacular musculatura fibrosa que había recorrido el campus de derecho, en pantalones de atletismo, se había ido desbaratando en un cuerpo encorvado y sin energía. A las nueve menos cinco, John salía del primero izquierda para cruzar el rellano y entrar en el primero derecha. Su vida en la oficina transcurría en pijama. En las tarjetas de visita, que ya amarilleaban, se podía leer: « Alternativa legal. Expertos en indemnizaciones, multas y reclamaciones». Según su padre, lo natural era que un hijo eligiese la profesión de su padre. Lo natural, afirmaba, era seguir ofreciendo tarifas asequibles. Lo natural sería no renovar la empresa para no despistar a los clientes. Pero aquella mañana reumática mientras miraba con anhelo la medalla de oro que exhibía en su despacho alguien golpeó su puerta:

    —¿Papá?, ¿eres tú?

    | Abril 2021
     Participante