Estafa emocional
José Luis Barros JustoEl auto judicial no me dejaba otra alternativa: debía aportar nuevas pruebas, para demostrar la estafa. Así que, reuní fotos de nuestros fugaces encuentros, y presenté documentos de pagos y transferencias.
El abogado me informó que mi «príncipe azul» no era más que un timador. Un experto en regalar los oídos a mujeres incautas, con románticas promesas. A su última víctima la había dejado sumida en una brutal depresión, tras vaciarle las cuentas. Pero yo no me podía creer que lo nuestro fuera un engaño. Parecía noble y sincero, y además era tan guapo… Pero siguiendo los consejos legales, continúe con la demanda.
Necesito que nos veamos cara a cara, y saber si recibió los 5000 euros que le envié ayer para la operación de su madre.
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Todos necesitamos que nos quieran, hasta el punto de dejarnos engañar a sabiendas por desaprensivos profesionales.
Un relato sobre razón y corazón, bien llevado y con final inesperado.
Un abrazo y suerte
Muchas gracias Ángel, por tu «punto de vista». Yo sigo echándole la culpa a la oxitocina…
Un abrazo
Qué bueno !! Mi voto . Suerte!
Muchas gracias Alejandra, tanto por tu voto como por el comentario.
Un saludo
Una historia real como la vida misma, José Luis.
Te deseo mucha suerte . Por aquí te dejo mi voto.
Un abrazo.
Lamentablemente así es. Muchísimas gracias por tus deseosel voto y por el comentario.
Un abrazo.
P.D.: y muchísima suerte para tí también.
Felicidades por el relato. Me ha recordado casos de estafa actuales, como por ejemplo a ese tipo que se hacía pasar por un actor muy guapo y famoso y engañó a una pobre mujer.
Sí, lamentablemente hay varios casos, incluso de reincidentes. Mi relato trata de incidir en el poder de los sentimientos, más que en el de la razón. La necesidad de sentirnos queridos es un impulso poderoso.
Gracias por tu comentario.
Un saludo
Felicidades, Jose Luis. Una historia que desgraciadamente, a veces pasa.
Mi voto. Suerte.
Gracias Juan. Tienes razón, es una desgracia. Pero si cambiamos un poco la perspectiva podemos encontrarle un pedazo, minúsculo, de positividad. Tan solo hay que recordar que las estafas siempre se producen porque el estafado espera conseguir algo de más valor que lo que está obligado a entregar.
Gracias por tu voto, y por el comentario.
Un saludo
Mi voto para tu víctima estafada, José Luis. Mucha suerte!
Muchas gracias Eva. Me alegra que te haya gustado el relato.
Un saludo