LAZOS DE SANGRE
Margarita del BrezoNuestra boda era como todas: los novios, un juez, invitados, el convite. Nada especial que destacar. Ni siquiera teníamos una cláusula prematrimonial de esas de “lo tuyo es tuyo y lo mío, de los dos”. Quizá porque, a parte del amor, solo disponemos de un pequeño apartamento en alquiler que precisa de una reforma urgente. Pero algunos no pensaron lo mismo y, antes de finalizar la fiesta, entraron con palos y piedras y, al grito de “maricones de mierda”, en cuestión de segundos convirtieron la pista de baile en una batalla campal. Una barbarie inexplicable. Pegaban con más odio que fuerza, eso fue lo que nos salvó. Todavía hoy tenemos el cuerpo magullado, aunque lo más doloroso fue ver a mi hermano enarbolando el palo más grande y escupiéndome terebrantes adjetivos descalificativos. Está detenido a la espera de juicio. Ignora que soy yo el que paga su abogado defensor.
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Marga, una vez más ¡ASOMBRAS!
Que alguien me explique cómo le quito el voto a alguno de los tres que ya voté y te lo doy a ti.
Ese comienzo inocente y lleno de candor que a mitad del relato cambia, reflejando la crueldad a la que es capaz de llegar el ser humano es sublime, muy duro y doloroso, pero sublime. Y el remate final esplendoroso y magnífico.
Aunque no te los dé, sabes que te daría los tres votos de este mes.
¡Ni se te ocurra quitarle votos a nadie que se los merezca, Guillermo! Tu comentario vale por veintisiete y medio, así que no necesito más. Bueno, sí, necesito que sigamos viéndonos de vez en cuando por esta página que nos ha unido. Se está bien por aquí, ¿no te parece?
Un abrazo
¡¡Que bueno, Margarita!! Le das un toque de humor a un tema serio y que, lamentablemente, sigue presente en esta sociedad tan «moderna».
Mucha suerte. Por aquí dejo mi voto y un abrazo.
El humor es para que el «maltrago» pase mejor, aunque a veces ni por esas: toses, toses y a punto estás de asfixiarte.
Mil gracias por tu lectura, tu comentario y tu voto.
Un abrazo
Jolines Margarita, vaya mazazo que das con tu historia! Ya es duro tener que soportar a estas alturas la homofobia, pero que participe tu propio hermano….
Muy buena la palabra «terebrante», por cierto; siempre podemos aprender de ti. Mi voto y mucha suerteeee. Besazo.
Los enemigos se esconden donde menos te lo esperas, hasta en tu propia casa. Cualquier sitio les vale para ocultar su cobardía. Hasta en eso son patéticos.
En cuanto a las palabras, hay que darles su momento de gloria. Algunas, las pobres, pasan la mayor parte de su vida enclaustradas en el olvido o la ignorancia de los que les damos voz. ¡Brindo por ellas, que nos han unido. Y por grandes microrrelatistas como tú!
Besazo.
Relato duro, contundente. Amor, prejuicios, familia, intolerancia y misericordia, con los giros narrativos a los que nunca nos acostumbramos porque son cada vez más sorprendentes.
Mi voto y mi admiración.
Te recuerdo que el consagrado novelista eres tú, Ángel. «Habéis» unos cuantos (y cuantas) por aquí a los que admiro y con los que aprendo mes a mes, incluso cuando guardáis silencio.
Un abrazo. Y si no nos vemos antes, feliz Navidad.
Algunos seres admirables llevan imaginariamente tatuado «Amor de hermano», no solo el «Amor de madre» que verás inscrito en muchos brazos legionarios en tu ciudad de adopción, Margarita.
Suerte, y un abrazo (también hay lazos de tinta o de caracteres virtuales entre los microrrelatistas).
Después de unos cuantos años por estas tierras ya he aprendido que los legionarios son un espectáculo, y no solo por sus tatuajes. Por desgracia, a mí no me dejan vestirme de sarga ni tocarme con el chapiri; que me faltan facultades, dicen, y me sobra edad. ¡Qué lo vamos a hacer!
Sin embargo, tengo la suerte de poder seguir aprendiendo de microrrelatistas que merecéis que lleve vuestro nombre tatuado con caracteres virtuales.
Un abrazo, Manuel
Resumiendo, Margarita: OLÉ. Vaya pedazo de RELATO. Mi más profunda admiración, amiga. De verdad de la buena. Un abrazo.
P.D.: Estoy por pasar por el Congo y robar unos cuantos votos para ti…
Bailando estoy por soleares al ritmo de ese «olé», campeonísimo.
Echo de menos tus potentes imágenes, que lo sepas.
Mil gracias, Nicolás, y un abrazo
P.D.: No sé si quedarán muchos votos que robar en el Congo…
El sábado pasado estuve de boda, y entre esto y lo del Congo, he releído de nuevo tu relato y he decidido romper con lo de dar solo tres votos al mes. Así que cuenta con mi voto Margarita. A ver si conseguimos acercarnos a esas congoleñas…
Suerte con «Lazos de sangre». Saludos.
Al final las congoleñas van a dar más juego del que merecen, qué lástima, pero bueno, yo me voy a quedar con «tus novios», gracias a ellos puedo charlar un ratito contigo.
Muchísimas gracias por tus palabras y por tu voto.
Un saludo
Muy bueno, Margarita, como es habitual en ti.
Un besazo.
Qué honor que me digas eso, Ana María, muchas gracias.
Un beso