DE TAL PALO
Eva María Algar GarcíaMi niño es raro. Es un chico muy especial. En vez de cómics, como leen sus amigos el Julián y el Paco, se entretiene leyendo unos libros repletos de cláusulas y párrafos que no tienen un solo dibujo. Desde pequeñito defiende a las gallinas cuando vamos a sacrificarlas, soltando discursos sobre la barbarie humana y el derecho a la dignidad animal; yo ya hace tiempo que las mato a escondidas. A veces, lo sorprendo hablándole a los manzanos como si fueran miembros de un jurado. Y ahora le ha dado por vestir una gabardina negra, a pesar del calor insoportable, mientras protesta sobre la reforma en la regulación de las granjas agrícolas. Estoy desesperada, esto tiene que finalizar como sea. Si el crío sigue así, mi marido terminará enterándose de que su verdadero padre es el abogado que nos vendió las tierras…
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Igualito que su padre… jajaja. No podrá ocultar la verdad por mucho tiempo. Me gusta tu historia, Eva. Mi voto y un abrazo.
Hola Ana, muchas graciassssss. Sí, me temo que estas historias suelen acabar mal, jaja. Un beso grande.
Me gustan los relatos de cuernos, la influencia de la profesión en la genética, o al revés y el mundo rural. Y si lo cunetas tú, me gustan más. Enhorabuena, maestra.
Mil gracias, Angelitoooo, Sí, ya sabes que después de una buena muerte, también me encantan las historias de infidelidades, jaja. Besotes para Toledo.
Muy buen micro, Eva.
Parece que no es más que un chico raro, abogado prematuro, y esa frase final le da un giro inesperado a la historia que provoca la carcajada.
Mi voto y un abrazo.
Muchas gracias, Ana! El mejor premio es lograr arrancar una sonrisa al lector. Un beso.
Querida Capi.
Tu niño no es nada raro, es el hombre que susurraba a los manzanos, un tío de matrícula de honor.
Divertidísimo micro, me encanta.
Suerte con el jurado.
Un abrazo enorme.
Jaja, qué bueno! Debí poner ese título: el chaval que susurraba a los manzanos… Un besazo Towiiiii
Sin duda, el campo es un lugar demasiado solitario y, claro, llega un abogado a visitar la huerta y ya la tenemos liada. Imagino a tu prota como a una Meryl Streep murciana, en una noche tonta. En fin, Eva, un relato tan divertido como bien escrito. Eres grande, grande, amiga. Un abrazo.
jaja, una Meryl Streep murciana, qué bueno! Gracias por tu comentario y tu voto incondicional, Nicolás. Besazos para Jaén.
Qué poderosos son los genes, Eva. Es un relato tronchante, te felicito y te deseo lo mejor para estos meses finales del año.
Un beso.
Hola Almudena, muchas gracias!! Pues sí, yo creo que la educación es bastante importante, pero al final siempre «la cabra tira para el monte», como se suele decir, jaja. Un beso enorme.
Me parto. ¡Qué grande eres, Eva!
Si ves que la cosa se pone turbia, siempre puedes revender las tierras al abogado, a ver qué te ofrece.
A esto le veo yo mala solución, jaja. La señora no contaba con el poder de los genes. Gracias por leerme y votarme, Margarita. Un besazo.
Jajaja, la fuerza de herencia genética no tiene freno.
Gracias por tu apoyo incondicional, vecina! Un besazo.
…Tal astilla… Un personajillo muy peculiar tu crío. Un viejo prematuro, tal cual su verdadero padre, de ahí el título de un micro tan bien llevado. Suerte con él, Eva. Un abrazo.
Muchas gracias, compañero! Lo mismo deseo para tu micro. Abrazo grande.
El giro final, que da sentido nuevo a todo el relato, es fantástico. Me encanta ese niño defensor de gallinas que habla a los manzanos.Tienes mi voto.
Muchas gracias, María Eugenia. Me alegro de haber conseguido un final inesperado. Un beso.
La herencia se lleva en la sangre.
Mi voto por este encantador defensor de las gallinas.
Un abrazo.
Gracias Lola, me alegro de que te haya gustado. Buena frase la de «la herencia se lleva en la sangre». Un beso.
Evaaa, amiga queridaaaa!!!
De tal palo… tal… cuentista, capitana de las letras y de los juzgados!!!
Bravo, compañeraaa… te deseo mucha suerte y te dejo uno de mis tres votos de este último mes. Lo celebraremos pronto sea como sea el resultado… chin-chin!!!
Un abrazo y mi voto, claro!
Marta
Jaja, muchas gracias por tu voto y comentario, Martutxiiiii! Abrazos y besos para el norteeeee!
Eva, no tengo pruebas y solo es una suposición, pero me parece que ha vuelto a suceder… Ojalá esté equivocado y mi sospecha sea del todo errónea.
Jaja, ya veo hoy movimientos extraños también. Mientras sigan las mismas normas no se podrá evitar. Un abrazo.
¿Y ella no fue «abogadizada» por vía no genética, sino cutánea? Dicen que dos que duermen en un colchón se vuelven de la misma condición, ergo ¿dos que yacen esporádicamente en un jergón se vuelven de la misma condición?
Suerte, Eva, campeona.
Manuel, creo que a ella no le dio tiempo para «abogadizarse» como dices; bastante tuvo con que no la pillara el marido, jaja. Gracias por tu voto y comentario, oh capitán de capitanes. Un beso.
Muy bueno y divertido tu microrrelato. La madre del chico tendría que haber pensado antes con quién se juntaba… jajaja. Mi voto y mucha suerte.
Es que en estos temas el problema casi siempre es que no se piensa demasiado, jaja. Gracias Juan Manuel por tu voto incondicional. Un besote.