El desahucio

Marta Trutxuelo García · Andoain (Gipuzkoa) 

Traspasé el umbral de la sala, cabizbajo. Me dirigí hacia mis clientes, que me esperaban al final del pasillo, escrutando mi rostro con ansiedad. Ambos se levantaron al unísono, asidos de la mano. —Como ocurrió en el Juzgado de lo Social de la circunscripción del Paraíso —comencé a explicar— esta audiencia también ha resultado… infructuosa… El recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia Divina no ha prosperado… huelga decir que tienen que cumplir la condena… —¿Cuál es?—preguntó él. —El reintegro de vuestra propiedad, el Jardín del Edén, a su anterior dueño en un plazo de… —Expulsados de nuestra casa, Adán… ¡desahuciados! ¡Dios mío! —sollozó ella. —Y todo por una miserable manzana, Eva… ¡te dije que no quería postre! —se quejó él. —Disculpen… les sugiero que… se tapen —señalé sus cuerpos desnudos— si no quieren que, además, les detengan por escándalo público.

 

 

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