LO PRIMERO ES LO PRIMERO
José Luis González MartínezYa sé que muchas hubieran seguido encantadas, pero yo no. Había decidido dejarlo, divorciarme, empezar una nueva vida. Desde que inició su andadura no había parado de ganar pleitos. Veintisiete en cuatro años. Sin ninguna derrota ni empates conciliadores. Hasta la mismísima Naturaleza salía derrotada con él: cero cólicos, cero jaquecas, cero otitis, cero catarros…, jamás le había oído un estornudo. Encima, guardaba en carpetas todas las sentencias que leía expectante cada noche como si estuviera preparando una nueva alegación decisiva. Sentía envidia sana al observar sus movimientos como de bailar charlestón tras dejar visible sobre la mesa otra nueva sentencia triunfal. Pero necesitaba rebelarme, seguir con él sería certificar mi insignificancia. Cuando le planteé divorciarnos, tenía todo pensado: reparto patrimonial, los niños, la manutención… Todavía tiemblo al recordar su respuesta: puedo concederte perder un pleito, Amparo, ni uno más. Mi amor por ti, aunque sobrehumano, no alcanza para dos.
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Mi voto para tu micro aunque quisiera darte dos, pero es algo imposible como para para el protagonista de tu historia conceder otra pérdida en sede judicial. Enhorabuena.
Hola Juan Manuel. Acabo de ver tu amable comentario. Estás mujeres de hoy en día… No se ponen en el sitio del otro. Un campeón así dejarse ganar, que no perderlo, un pleito tiene que ser un esfuerzo que debería tener en cuenta su consorte. Pero es que lo quieren todo… En fin, insisto, gracias por darme ánimos.
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Menos mal que el pobre no hacía ni ESTORNUDAR, y mira luego como se las gasta. Enhorabuena
Mi voto para tu micro y para esas cualidades tan reconocibles de los abogad@s como la anticipación y el ego. Mucha suerte!
Gracias, Manuel, por ese voto. No sé la anticipación, pero el ego no es exclusivo de los abogados en general. Este es un triunfador nato y confieso que no sé cómo estaría el mío con veintisiete pleitos triunfales…, y sin estornudar. No he vuelto a estar con Amparo, pero espero que haya hecho lo correcto. Lo dicho, gracias por el voto y, estate seguro, una buena parte ha ido a mi ego.