RECAPITULACIONES MATRIMONIALES
Margarita del BrezoTerminamos juntos la carrera antes de casarnos. Los niños llegaron rápido y ella se quedó en casa para criarlos. Entre biberones, visitas al médico y reuniones de padres, siempre encontraba tiempo para ayudarme con mis litigios. Tenía la habilidad de reparar en algún detalle que a mí se me escapaba y que resultaba imprescindible para la defensa de mis clientes. Pero últimamente estaba muy rara, así como melancólica, y yo la necesitaba concentrada, así que le pagué unas vacaciones en la costa. Ha vuelto con un llamativo bronceado, un guía turístico que habla cinco idiomas y una solicitud de careo debidamente cumplimentada para que aclaremos, dice, nuestras versiones discrepantes de los últimos veinte años.
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Un relato muy agudo y muy bien escrito.
El matrimonio debe ser cosa de dos, compartida al 50%, pero la mayoría de las veces es ella la que más hace, y no siempre es merecidamente reconocida (aunque supongo que él no lo hizo con mala intención, y seguro que tras el careo se da cuenta de su error y rectifica).
Un abrazo.
«De buenas intenciones están las tumbas llenas», ¿o era de grandes cenas? Ahora dudo del refrán.
Aunque estoy contigo en que este hombre no se enteraba de mucho. Unos porque no se explican y otros porque no entienden, la casa sin barrer. Lo que no sé es que harán con el guía turístico cuando se sienten a hablar; a lo mejor lo usan de traductor, ¡quién sabe!
Todos, y yo me incluyo, tenemos bastante que aprender todavía.
Muchas gracias por tu comentario, Luis.
Un abrazo «loco», aunque no me llame Alicia.
Esta vez llego a tiempo, Margarita.
Jajaja. Tenía que pasar… Y no parece que, celebrado el careo, vaya a seguir la ex-melancólica ejerciendo el Derecho, ni en la sombra ni dando la cara (ahora bronceada). Le espera mejor vida, seguro. Esas recapitulaciones se van a parecer a las capitulaciones de Santa Fe; ocupando la posición de Colón la ex-melancólica.
Suerte, y un fuerte abrazo.
Tranquilo, Manuel. Agosto se inventó para descansar (el que pueda y le venga bien).
Oye, siguiendo tu análisis, igual descubren un Mundo Nuevo los tres, y no quiero decir juntos, aunque también podría ser. A ver si las palabras del mes que viene encartan y nos lo quieren contar.
Agradecida siempre por tus comentarios.
Un abrazo fuerte.
¡Redios! Va a ser el careo más largo de la historia, ja ja. Ni que decir tiene que por lo menos las vacaciones pagadas no se las echará en cara. Y que la melancolía se le fue con el ejercicio de las lenguas. Divertidísimo relato, ágil, y con transfondo (por eso de la paridad, la igualdad y la distribución de las tareas domésticas, ejem…). ¡Suerteeeee!
Es bastante más divertido tu comentario, Ángel. Y con un fondo detrás, o debajo, más que suficiente para tirarse de cabeza y echar a nadar.
Que no nos falte el humor, ni la paridad; y la fluidez lingüística, tampoco. Y mira, ya puestos, un poquito de suerte tampoco me vendría mal.
Un saludo
Pues sin discrepancias ahí tienes otro voto.
Pues no pienso discutir tu decisión. Un careo menos.
Gracias, Campeón.
Ni rara ni melancólica, necesitaba ser dueña de su vida cansada de estar a la sombra de la justicia. Solo era cuestión de tiempo, ja, ja, ja. Te envío mi voto y un abrazo.
Estar siempre a la sombra es muy aburrido y, además, produce carencia de vitamina D, indispensable para el buen funcionamiento de una relación. Me encantan esas carcajadas. Y tu abrazo. Y sí, tu voto también. Gracias, Salvador.
Un abrazo de vuelta.
Hola, Margarita.
¿Y quién es ella? Lo dejas a la interpretación del lector. Lo que está claro es que ¡menudo cambio!
Largo careo el que propone. Y él pasando olímpicamente… Un gran relato humorístico y polifacético, pues escarba en las relaciones humanas, en los roles. Me ha gustado mucho. Tienes mi voto.
Lo mejor de los relatos son las interpretaciones, y las bandas sonoras que sugieren: ¿Y cómo es élllll? ¿a qué dedica el tiempo liiiibreeee?
A lo mejor esta mujer reduce el careo a 150 palabras, que ya hemos comprobado que dan mucho juego. Y con alguna menos estoy segura de que también podría hacerse entender.
Me alegra que te haya gustado y, sobre todo, que me lo digas.
Gracias, Eduardo.
Un saludo
¡Vaya peazo historia!
Margarita, ¡tú sí que vales! así que venga para arribaaaaa.
Un abrazo muy grande y suertísima.
Arriba estáis los mejores, pero yo no cejo en mi empeño de aprender de vosotros y escalar.
El día que me encuentre a tu altura, lo celebramos con unos tomates verdes fritos, ¡me encantan!
Un abrazo enorme, Towanda.
La de cosas que saldrán en ese careo,jajaja
Muy bueno Margarita
Un saludo y mucha suerte
Dice la canción que «veinte años no es nada», pero para mí que van a tener que buscar otra banda sonora.
Muchas gracias, María Dolores.
Un cordial saludo
Cómo me gusta tu relato, Margarita. Corto en extensión y enorme por su calidad. De una forma ágil y divertida nos planteas un tema interesantísimo: las percepciones.
Enhorabuena por tu historia y mucha suerte.
«Cada uno ve la feria según le va en ella», y depende del carrusel en el que esté montado. Pero lo importante es que todos la disfrutemos.
Muchas gracias, Eva María, por tu interesante lectura.
Un saludo
Jajaja. Me encanta.
«Pero últimamente estaba muy rara, así como melancólica, y yo la necesitaba concentrada, así que le pagué unas vacaciones», pero este tío de qué va («le pagué»).
Muy buen tema para tu micro, y muy buen desenlace.
Un abrazooo grande!!!
Hombre, son sus clientes, así que paga él ;) Y ahí sigue, pagando, pero ahora solo las consecuencias.
Me encanta la risa, me la has contagiado.
!Gracias, Amparo!
Un abrazo
Me ha gustado mucho, y aunque a esta fecha tardía del mes he visto que está todo dicho sobre el mismo, te brindo mi voto para mostrarte además mi convicción de tu imparable in crescendo de calidad.
Suerte.
Me alegra, me alegra mucho que veas una evolución positiva en mis historias. Voy a hacer todo lo posible para mantenerla y acrecentarla. Si ves que me descuido, ¿me lo dirás también? Por favor.
Y gracias por tu voto, se agradece mucho también.
Un saludo, Jogasa.
Mirándolo bien, es un relato muy irónico e, incluso, duro. Me ha gustado mucho.
Lo de la ironía me lo tengo que hacer mirar, pero no prometo nada y mucho menos ante un abogado vocacional como tú.
Muchas gracias, Juan.
Muy bueno, Margarita.
Muchas gracias, Gabriel.
Un saludo