Imagen de perfilEn casa del herrero.

Sergio Capitán Herraiz 

En agosto me propusieron redactar un texto sobre verano y desconexión. Soy un ferviente defensor de los derechos laborales, como pone de manifiesto mi participación en la redacción del artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores, relativo a vacaciones. Sí, es un poco incongruente, pero lo pagaban bien y tragué.
Aquellos días mi pareja (y socia del despacho) no paró de repetirme que me encontraba distante. Yo asentía, apagaba el ordenador y me bajaba a la playa.
Así es que tuve que programar el momento de terminar la tarea, entre el sábado por la tarde y el domingo. De nuevo me encontré con las caras largas. Entonces esgrimí el artículo 37.3, que me permite descansar de ellos día y medio a la semana. Mis hijos, estudiantes de derecho, lo entendieron y se fueron a coger olas. Mi mujer me ha recordado que es especialista en derecho de familia. ¿Debería preocuparme?

 

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