Imagen de perfilJUICIO PERDIDO

Ángel Montoro Valverde 

Como una bombilla mal enroscada, crepitando para finalmente encenderse, o desconectarse del todo. No me explico por qué extraña conexión neuronal he pasado de citar el derecho consuetudinario a narrar el cuento de la desfavorecida Cenicienta. Me molestan las caras de extrañeza de los presentes al preguntarme la edad o el nombre de mi madre, así que les ignoro para perderme en ese brumoso infinito que va desde la montura de mis gafas hasta el micrófono de pie. Sigo sin entender por qué no estoy en estrados, sin nadie a quien representar o defender, por qué visto mi rebeca de lana y mis calcetines estampados de cactus en vez de la toga y por qué un compañero recita el doscientos del Código Civil. Balbuciente me acojo a mi derecho a no declarar antes de que Su Señoría me interrumpa para sentenciar la incapacidad de alguien que no recuerdo.

 

+32

 

Queremos saber tu opinión

28 comentarios