Vocación Fraternal

Ana Solla Campos 

La gente me pregunta por qué me hice abogada. La respuesta corta es para ir delante en el coche de mi padre. La respuesta larga es más compleja. Decir que soy dos años mayor que mi hermano y que ir de copiloto siempre fue motivo de discursión entre nosotros (a mi me correspondía por ser la mayor; a él por ser chico). Accidentalmente descubrí la Pragmática Sanción de 1789 que restablecía la sucesión femenina en el trono español. Y así, aunque mi hermano se creía el rey de la casa, en la siguiente pelea argumenté que la ley estaba de mi parte; mi hermano se sorprendió y así pude promulgar el nuevo orden de las cosas. La ironía radica en que ahora él es piloto profesional y yo no sé conducir (imposible montarme en bici sin chocar con el primer cactus que haya), pero sigo siendo la reina…¿no?

 

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