Inocente, inocente

ANATE Rivera Avecilla 

Abrió el periódico por la sección de artículos de opinión; conocía bien el título que buscaba:¡€™Cosas de Chiquillos?. Comenzaba con la narración de un caso de parricidio perpetrado por un menor, víctima de malos tratos junto a su madre, incluso después de haber abandonado el hogar familiar, sin apenas tener para pagar un mes de fianza de la nueva vivienda. Era menester ser un cobarde para seguir consintiendo el trato vejatorio de su progenitor. Tras comparecer ante el juez en más de una ocasión, logró quedar libre de acusaciones. Continuaba el escrito cuestionando la supuesta inocencia de los niños. Cerró la prensa arrepentido de aquella publicación tardía, y presa de un nuevo brote de rabia que descargaría otra vez contra su mujer, mientras su hijo dormía con una navaja bajo la almohada.

 

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