Imagen de perfilAsalto inesperado

Dolores Martin · Madrid 

Un nuevo litigio ante el que intervenir. Afable, miré a quienes volvían a la carga con nuevos argumentos para hacerse con el bien deseado.
– ¡Parece que uno no puede descansar de conflictos ni en vacaciones!- musité.
Sus escasas palabras para hacer valer sus derechos me conmovían, las lágrimas inconsolables me obligaban a tomar distancia para procurar una cierta neutralidad.
Hay elecciones que condicionan toda la vida, pero mas aún la mirada y actitud con que se afronta.
En mi caso, una de ellas la carrera de derecho, otra, la maternidad. Maravillosa simbiosis para «ejercer» buscando el equilibrio entre las partes, adecuarme a sus necesidades, capacidades y medios, procurar el mejor acuerdo y el más sostenible.
Todo ello para descubrirme un día sustituyendo el manido «hay que compartir», por «hay que pactar».
De pronto, mi mente me asalta: ¡Bienvenida a la profesionalización de la maternidad!

 

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