Mi primer payaso

Francisco Manuel Aguado Blanco · Torrent (Valencia) 

Mi padre, abogado como yo pero venido a menos por la locura, no paraba de repetir que la única manera de desenmascarar a un payaso verdadero de uno falso, consistía en frotarle con fuerza un limón por la cara. Cuando los de la mudanza se fueron a comer, me extrañó escuchar accionarse la plataforma mecánica instalada frente al balcón por la que, sorprendido, vi ascender a un payaso. Como acababa de instalarme en mi primer bufete, no encontré un limón a mano y le aticé con la versión más actualizada del Código Civil. Sí, mi padre perdió el juicio y la vida pero yo me gané mi primer contencioso.

 

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