Deseo oscuro

Maria Begoña Castilla Cartiel · Zaragoza 

Me duele la cabeza, la última ginebra con limón sobraba. Que iluso, yo, el mejor abogado de la ciudad convertido en un auténtico payaso, un pelele de esa mujer, Recuerdo sus primeras palabras: “Soy nueva en este lugar, apenas hecha la mudanza, ya necesito ayuda legal”. Y …recuerdo sus ojos, sus labios, las manos acariciándose el pelo, su pecho provocador, sus piernas rozando las mías distraídamente mientras habla. Desde ese día vivo obsesionado. Abro el código con ánimo de estudiar y no puedo, su olor inunda mi despacho. La deseo, mi cuerpo palpita de pasión, anhela el roce con su piel. Furioso, tiro de un manotazo el expediente contencioso administrativo, víctima expiatoria de mi rabia contenida, de mi frustración. Besar su cuello, morder sus labios, sentir su excitación, bucear con mi cuerpo sus secretos ocultos, descubrir el placer que su voz sugiere. Loco de deseo vago sin rumbo, borracho, desesperado…

 

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