SEÑALES
Ana Isabel Rodríguez Vázquez 
Mi marido es hombre de pocas palabras; así que, para entender que le ocurre, he aprendido a interpretar las señales.
Cuando trabaja en un caso difícil, pasea por el salón como un animal enjaulado. Si antes de empezar un juicio disfruta de sus dulces favoritos, está celebrando la victoria con antelación. Y si comenta que el mejor legado para nuestros hijos es una buena carrera y un mundo más seguro, significa que algún abusador de menores ha acabado entre rejas.
Hoy llamó desde el juzgado para decirme que habían condenado a su cliente. Todo indicaba que quedaría en libertad, hasta que encontraron el arma del crimen enterrada en el jardín.
Al llegar a casa, me sorprendió la tranquilidad con que aceptaba la derrota, y los restos de tierra que había bajo sus uñas.
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Bueno mujer, tampoco hay que ser tan desconfiada. Vendría de jugar al golf.
Jajajaja. Mi voto
Jeje, me parece que de jugar al golf, precisamente, no viene. Gracias por comentar y votar.
Un abrazo Alyne.
Efectivamente… a veces… dan ganas… Estupendo relato. Mi voto y suerte.
No nos dejes caer en la tentación… Jeje.
Muchas gracias por el apoyo, Ángel.
Un abrazo.
Muy buen final. Enhorabuena Ana Isabel, tienes mi voto. Un saludo.
Me alegra que te guste, Francisco. Gracias por pasarte a leer y votar.
Un saludo.
Muy buen relato, buen giro de guion al final. Mi voto. Enhorabuena
Muchas gracias, Anselmo.
Un abrazo.
Otra forma de hacer justicia. Muy buen relato, Ana Isabel, con un final espléndido. Enhorabuena, mi voto y un abrazo
Gracias, Nicolás, eres muy amable con tus comentarios. Espero leerte por aquí.
Un abrazo grande.
Enhorabuena Ana Isabel, gran relato. ¿El fin justifica los medios? A veces da que pensar. Un abrazo y mucha suerte.
Está claro que algunos medios no se pueden justificar; pero lo bueno de los microrrelatos es que te puedes saltar las normas ( aunque solo sea sobre el papel) jejeje.
Gracias por tu apoyo, Felipe.
Un abrazo.
Fabuloso micro con una señal inquietante y perturbadora. Enhorabuena. Mi voto y suerte.
Que bueno verte por aquí, Juan. Sabes que agradezco el apoyo y tus generosas palabras.
Un abrazo, compañero.
Felicidades, Ana! Qué buen relato, con sorpresa incluida, claro!!!
Te deseo mucha suerte!!
Un abrazo y mi voto… sigue en lo alto, compañera!!!
Marta
Muchas gracias, Marta. Yo también te deseo suerte con tu micro, que es estupendo.
Un beso, compi.
¡Caray! De pocas palabras, pero de muchos gestos y «manualidades».
Enhorabuena por tu incursión en el género negro.
Mucha y buena suerte, Ana Isabel.
A veces viene bien cambiar de registro, o al menos intentarlo.
Muchas gracias, Manuel, y suerte también para ti.
Un abrazo.
¡Que buen relato!
Muchas gracias, Héctor.
Un saludo.
Muy bueno, Ana Isabel.
Bien contado y con un final abierto.
Esa tierra puede decir…
!Mis felicitaciones y mi voto!
Muchas gracias, Amparo. Agradezco infinitamente tu voto, y sobretodo que me leas . Esa tierra da que pensar, verdad?…
Un beso.
Ahora me paso a leer tu micro.
Las normas que la humanidad se ha dado para dirimir conflictos tienen unas limitaciones, nada es perfecto. El exceso de rigidez quizá no sea saludable, de ahí que algunas veces y en ciertos casos parece que hubiera venido bien un pequeño empujoncito, por así decirlo, algo totalmente ilegal y fuera del compromiso profesional, por lo que ha de quedar en secreto, pero cuando un abogado convive con una compañera tan observadora es imposible que, leyendo las «señales», no se percate de lo que nadie más ha visto.
Un abrazo y suerte, Ana Isabel
Si uno sabe leer las señales, no hacen falta explicaciones…o quizás sí. Ahí lo dejo.
Gracias, Ángel.
Un abrazo.
Es cierto que cuando convives muchos años con una persona lees en ella como en un libro abierto, al menos los que somos perceptivos.
Buen micro, Ana Isabel, y estupendo giro final, como a mí me gustan.
Un abrazo y un voto más al saco.
Muchas gracias, Ana María. Me alegra que te guste.
Un abrazo.
Ana, todo son señales, sólo hay que saber interpretarlas. Me gusta el tema. Voto.
Hola, Manuel. Algunas señales no son fáciles de interpretar, otras están muy claras. Sólo hay que tener los ojos bien abiertos… jeje.
Un abrazo, compañero, y gracias por el apoyo.
Estupendo relato!! Enhorabuena, Ana
Muchas gracias, Elena.
Un beso.
Magnífico relato, con un final insuperable!
Mi voto y mi enhorabuena a partes iguales.