EL DESPIDO
MARCOS LÓPEZ CARREROMe quito las gafas lentamente y levanto la mirada de los papeles. Ahí está aquel hombre, sentado al otro lado de la mesa, expectante. Se dedica a construir viviendas, o mejor dicho, se dedicaba, pues su jefe lo despidió de malos modos hace unas semanas tras herirse accidentalmente mientras cargaba unos materiales. ¿Cómo lo ve?, me pregunta en tono neutro. Miro por el amplio ventanal de mi despacho antes de contestar; el centro urbano bulle de actividad a esta hora de la mañana. No quiero defraudarlo, parece un buen hombre, resiliente, que ha tenido que adaptarse a las dificultades de la vida, pero el derecho laboral no es mi especialidad. Le sugiero que demande a la empresa y le recomiendo a una compañera. Protesta. Me quiere a mí. Soy abogado penalista, me excuso. Lo sé, dice, y añade: ¿y si le dijese que ayer apuñalé al hombre que me despidió?
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Qué bueno Marcos! Y el final sorprendente. Suerte!
¡Muchas gracias!
Una historia que parece basarse en aclarar el equívoco de un cliente, hasta que éste, en una última frase demoledora, desvela toda la información que solo él conocía, dando un vuelco a lo que creíamos un caso rutinario. El caso promete ser interesante, y no hay que dudar de que el abogado penal lo aceptará; él siente que, pese al terrible acto cometido (tendrá que estudiar todas las circunstancias y posibles atenuantes), su futuro cliente es un «buen hombre».
Una historia con la virtud de pasar del Derecho Laboral al Penal, adentrándose en el género negro.
Un saludo y suerte, Marcos
Te agradezco mucho la crítica, Ángel. Gracias!
Una historia con un giro sorprenderte al final que da la vuelta a todo. A buen seguro que el abogado miraría otra vez por su amplio ventanal… Mi voto y mucha suerte.
Gracias por el comentario y el voto. ¡Te lo agradezco!
Quizá la indemnización por despido haya sido un poquito excesiva. No obstante, aplaudo un relato brillante, muy bien armado y con final sorprendente. Enhorabuena, mi voto, y un saludo.
¡Muchas gracias, Nicolás! Un saludo.
Despacio, como si tal cosa, nos llevas de la mano hasta un final sorprendente.
Me gusta.
Me alegro de que te haya gustado, Margarita.
¡Gracias!
El caso da un sorprendente giro final. Enhorabuena, Marcos.
Te deseo mucha suerte y mi voto para ti.
Besos apretados.