La carta

Mónica Vielba Serrano · Valladolid 

Hola cariño, te escribo esta carta puesto que ya no quieres verme ni hablar conmigo, únicamente a través de nuestros abogados. Estoy dispuesta a solucionar nuestro divorcio mediante un arbitraje, no quiero una guerra y que uno de nosotros acabe interponiendo una querella contra el otro. Lleguemos a un mutuo acuerdo. Puedes quedarte con tu carrera, tu nomina, nuestra casa, nuestro coche, los hijos que no tuvimos, el dinero, las noches en vela esperándote, el olor en tu piel a colonia ajena y los mensajes de tu amante en el móvil. Yo me quedo con aquel beso robado en la estación de metro, los arrumacos en el portal de mi casa, nuestro viaje de novios a Roma, tus caricias por mi espalda, aquella sonrisa cada amanecer, tu aliento en mi nuca, el sabor de tu boca y con el amor que aún estaría dispuesta a darte¡€™besos, tu esposa.

 

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