Imagen de perfilUN BUEN TRABAJO

Rosalía Guerrero Jordán 

Aquel era un buen empleo, en una empresa energética en crecimiento con proyección internacional. Entonces yo era un joven ambicioso y productivo, así que pronto escalé puestos y aumenté mi salario de manera exponencial. Ahora me siento avergonzado, pero en aquel momento me pareció que expropiar terrenos a pueblos indígenas era una consecuencia inevitable del progreso, y envenenar aguas cristalinas tan solo un daño colateral. Fui el mejor defensor de mi amo.
Hasta el día en que el jet en el que sobrevolaba el Amazonas realizó un aterrizaje de emergencia sobre sus aguas. Perdido y solo durante días, me salvó la compasión aquellos a quienes había obligado a abandonar su hogar.
Aquello me cambió, y ahora sé que mi misión es promover el uso responsable y sostenible de los recursos del planeta, siendo inclusivo con todos los pueblos que lo habitan.

 

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