Imagen de perfilNo todo arde

José Manuel Pérez Pardo de Vera 

“Una noche de hace muchos años, cuando todavía era un joven abogado, nosotros, al igual que tantos otros antes, fuimos obligados a llevar todos los volúmenes de nuestra biblioteca a una céntrica plaza. Allí, en visceral y atávica danza, las llamas devoraron los libros que nos habían enseñado cuanto sabíamos de nuestra profesión y que habían forjado nuestra confianza en un futuro en libertad.

Entre bravatas, improperios y empujones, el adorno preferido de mi madre salió despedido y se hizo añicos. Sólo acerté a capturar al vuelo una mínima parte, a la que libré de tocar aquellos adoquines mancillados por la intransigencia y el fanatismo.

Nunca te lo había contado, pero hoy es tu día, y privilegio de la verdad es no guardarla en el olvido para siempre.”

Tras la lectura, rasgó el envoltorio de su regalo de licenciatura. Ante él asomó la delicada cuenta de un collar de antaño.

 

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