La diferencia
Benigno Rodolfo Palero Valdivia · Lima (Perú)Después de oír una sentencia me dirigía en bus al norte de la ciudad. A poco subió una agraciada señora, mascando gominola. La susodicha pasó rozando accidentalmente su bolso con mis manos y sentóse nerviosa a mi lado. Sus ojos de espía observaban cualquier movimiento mío. Saqué mi identificación de letrado y le dije: -Perdone, soy abogado; no soy ningún ladrón… La mujer relajó sus temores, y me contestó: ¿Y cuál es la diferencia? Fue un cohete directo a mi hígado. Pasaron unas cuadras y la dama empezó con la conversa. Me enteró que era dueña de un policlínico, cuyo nombre conocía. Me bajo, le avisé. Ella dijo: Perdóneme, mi ex – marido es abogado. ¡Que perro! ¡Quiere dejarme sin nada! Le entiendo, le dije con voz entrecortada. Casi le digo que iba al juzgado del lugar para embargar un policlínico por encargo de un colega…