Cuento Iusnaturalista
Fernando Sánchez Salinero · Ourense‘-¿Abogado, verdad? -Preguntó Dios mirándole a los ojos-. – Sí -respondió atemorizado-, ¿cómo lo has sabido? – Recuerda que soy Dios, alguna ventaja debía tener… ¿no? –sonrió mientras le contestaba-. Además tienes todos los síntomas del est