María O´DONNELL ARMADA

Microrrelatos publicados

  • Deformación profesional

    Como cada jueves, después de comer, Carmen y Maite Aguado veían la telenovela en la cocina.
    -Rosita, te lo suplico, dame una oportunidad, no soy ningún maleante.
    -Déjalo ya Carlos Manuel, lo nuestro es imposible: robaste la esmeralda de la doña y ahora papito está preso, como presunto culpable.
    -¡No es verdad, no la robé!- dijo el galán cogiéndole el brazo- pero tú mentiste al acusarme de malos tratos.
    -¡Basta Carlos Manuel o llamaré a seguridad!.
    Carmen se movió en su taburete: “¡no lo hagas Rosita, le detendrán por incumplimiento de la orden de alejamiento! “.
    A lo que Maite añadió: “y si él prueba su inocencia, acusarán a Rosita por denuncia falsa.., mal asunto”.
    Sonó la melodía del final y Carmen apagó el monitor. Entonces las hermanas, famosas abogadas penalistas y socias, se dirigieron al despacho esperando impacientes el capítulo del próximo jueves.

    | Julio 2017
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