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• De oficio: abogado de oficio

  El corazón dijo basta. Trasladado al ritmo de melodía urgente, tras dar filiación , edad y profesión, en plena pandemia COVID, me albergaron donde buenamente pudieron. El incesante devenir de batas blancas, lejos de alterarme, me producía una gratificante paz.
  No obstante, interrumpida con el recuerdo de ese plazo que hoy me vencía, rumiaba que, si tuviera aquí acceso a internet, quizás aún se podría dejar hecho. Abstraído en lo mío, de fondo escuchaba que me debía proteger de situaciones de estrés, vigilar mi ritmo cardiaco, si quería gozar al menos de salud. Sabiendo que ello no sería posible, pude articular un lacónico: ¡soy abogado de oficio!

  | Octubre 2020
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