Eloisa Manzano Holguín

Microrrelatos publicados

  • ENTRE USTED Y YO

    No sé cómo interpretará la amable sonrisa que le dedico en el juzgado. Siendo yo la encausada y usted el abogado de la acusación, pensará que estoy loca. Imagino su gesto al descubrir este papel en el bolsillo: ceja enarcada y mirada ávida de respuestas. Me recuerda tanto a él… Tuvimos nuestra última conversación en la cocina. Se despidió con un beso. Jamás regresó.

    Mi trabajo en la unidad de trasplantes me persuadió de no dejar a su corazón sin dueño. No me ayudó a gestionar la soledad; pero fue el recurso más eficiente para contestar a mi urgente pregunta: “¿Dónde?”. Quebranté las normas. Mentí. Fui descubierta, acusada. Me condenarán. Y no me importa. Ahora sé dónde está.

    Haga su trabajo. No se ablande con tribulaciones ajenas. Siempre tendrá mi sonrisa. Y cuando acaricie con esperanza la cicatriz de su pecho, avivará el último hálito de la madre que fui.

    | Septiembre 2019
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 1

  • ESPERO QUE LO ENTIENDA

    Me acusa de traición. Lo evito. Sujeta mi brazo con tanta fuerza que me impide caminar. Me mantengo impasible. Me suelta. Me censura de nuevo. “Luego hablamos”, le digo. Solo escucho un portazo. En mi despacho, se me ocurre buscar el expediente de la causa. Está ahí, en la gaveta de los casos cerrados…
    Dejo pasar el tiempo, el silencio; pero esta incógnita se me hace interminable. Prefiero la polémica, el choque. Voy a buscarlo. Está en su habitación. Entro sin preámbulos frustrando su intimidad. Estrecha el balón de su amigo Coke como si fuera lo único que le quedara de él y me mira, precisando dos vidas para dejar de odiarme.
    Mi altruismo de madre avaló mi trabajo de abogada. No medié por un hogar más lujoso ni ropa más elegante para Coke; solo quise ponerlo a salvo, con su otra mitad, aunque fuera a mil kilómetros de distancia.

    | Abril 2018
     Finalista
     Votos recibidos por la Comunidad: 3

  • LA DECISIÓN

    Desde la visita del vicario de la parroquia del Buen Pastor no he podido concentrarme. Me ruega encarecidamente que sea el abogado defensor de su sobrino. Aún no he dado una respuesta. He seguido su caso a través de los medios de comunicación. Las pruebas contra él han ido surgiendo a un ritmo frenético. Presuntamente hizo arder la casa de su ex mujer con ella y sus hijos dentro. Desde que perdiera la custodia de éstos, su conducta no se ha ceñido a ningún baremo convencional. Es el rostro más reprobado del país…

    Me he personado en la causa. El sumario es infinito. Recupero el pulso y dejo de sentirme como un sastre sin hilo ni dedal. Si me columpio y me caigo, que mi destino me deje en manos de mi sensatez y mi decencia. Ahora veré a mi defendido. Intento reunir valor para mirarlo a los ojos.

    | Marzo 2018
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 1