EL ALEGATO ORIGINAL
Manuel de la Peña Garrido · Madrid‘- Recurro, en tiempo y forma, la orden de alejamiento. La considero, respetuosamente y en estrictos términos de defensa, arbitraria manifestación. Ignorar las leyes no exime de cumplirlas, pero, conociendo de memoria las prohibiciones vigentes, no recuerdo esta. Además, si creasteis las estrellas, costas, océanos, forestas y bestias para nuestro deleite, ¿no destinasteis las frutas a ser nuestros manjares? ¿Fue vuestra voluntad, Supremo Juez, relegar la manzana a mero adorno? ¿No debisteis convocar un referéndum para que ratificáramos tamaña modificación de vuestros designios? Otrosí, ¿habéis valorado el mobbing sufrido por Eva? ¿Y yo…? ¿No actué acaso por obediencia debida? Como hombre, podría desobedeceros asumiendo el consecuente castigo, pero ¿cómo osaría llevar la contraria a mi Costilla?…- alega Adán en el umbral del Edén “¡En qué hora de aquellos siete días se me ocurriría modelar un abogado!”, se lamenta Dios. Pero esta escena no ha pasado al Génesis.