Master Lawyer
Miguel Ángel Arana Martínez Master Lawyer no parecía tener nada especial. Uno más de esos programas bufos de entretenimiento para las masas idiotas. Los concursantes ejercían abogados de pega, citando normas que no conocían e interpretando cláusulas que no entendían.
Se hicieron mil versiones, con gente anónima, con famosos, con adultos, con niños… En el alma de cada televidente quejica (es decir, todos) se gestó un experto en leyes de colmillo retorcido, desconfiado y bronco, aumentando la conflictividad en todos los ámbitos, generando una barbarie de querulantes vocacionales y pleitos absurdos, para finalizar en un atasco insalvable del sistema judicial.
La situación era grave. El Ministro de Justicia exigió a la productora del programa una solución inmediata. Los creativos se aplicaron y alumbraron una reforma profunda, que anunciaron presurosos con el plácet gubernamental.
Próximamente en sus pantallas: Master Judge
+5
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.


A sector-style chronograph dial is nothing new, but when finished in a black «gilt» fashion, my ears perk up. There is something about a watch like this that either works or doesn’t. A vintage design in 2023 can appear out of link place just as easily as it can tug at my heartstrings. Execution really matters and Habring² nailed this one.