Imagen de perfilCONOCIMIENTO DE CAUSA

ÁNGEL SAIZ MORA 

Como estudiante de Derecho soñaba con asistir a un juicio, pero nunca en calidad de acusado. El juez determinó que había desatendido mis obligaciones electorales. La abogada de oficio hizo que la sanción económica no fuera demasiado gravosa. Nadie sabía, ella tampoco, que las dos vocales que un sorteo puso en la mesa en la que yo debía ser presidente, junto a la misma urna, eran sendas novias que ignoraban que vivían en competencia. Una situación embarazosa y, quizá, un mensaje vital digno de análisis. Hui antes de que me viesen.
Caí simpático a la letrada, nos dimos el teléfono y no tardó en comunicar conmigo. También recibo llamadas de una atractiva vigilante que conocí ese mismo día en los tribunales. A veces no recuerdo con quién estoy citado. Solo tengo claro que mi trabajo de fin de grado será sobre la bigamia en el Código Penal.

 

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