UNA HISTORIA DE AMOR
Rosalía Guerrero JordánNos conocimos en la Facultad de Derecho un septiembre cualquiera del siglo pasado. Tú eras la joven profesora que iniciaba su carrera docente; yo, el alumno aventajado que, sentado en la primera fila, imaginaba que hablabas de leyes solo para mí.
Bajo tu dirección realicé mi tesis doctoral, que defendí ante aquel panel de dinosaurios. Después, salimos a celebrarlo. Tú y yo, hasta que el amanecer nos sorprendió en la playa besándonos.
Nos hicimos la promesa de acudir a menudo a besarnos al mismo lugar. En los últimos tiempos, sin embargo, hemos dejado de hacerlo.
Y hoy, tras más de treinta años y dos hijas en común, me dices que no cabe recurso alguno contra la sentencia que esgrimes ante mí. Dictas el sobreseimiento de nuestra relación el día de nuestro aniversario, pero sabes que solo me puedes acusar de haberte querido demasiado.
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Una historia de amor con un principio y un final. Por más que le duela a una de las partes. Una historia que abarca toda una vida y que deja un poso amargo. Mi voto y mucha suerte.
Muchas gracias Juan Manuel.
Pues sí, aunque duela, cuando el amor se acaba hay que dejarlo ir y quedarse con los buenos moemntos compartidos.
Un saludo.
¡Ay el amor! Qué complicado es querer en la justa medida.
Un saludo, Rosalía
Así es, Margarita, ni siquiera con la edad aprendemos…
Un abrazo.
Triste y doloroso, muy buen trabajo. Tienes mi voto.
Muchas gracias, es como la vida misma…
El tiempo, ese canalla que adormece los sentidos y los amores… Una historia muy bien contada, muy hermosa y muy real. Enhorabuena, mi voto y un saludo.
En efecto Nicolás, con suerte, el tiempo hace que el amor evolucione. Pero a veces lo adormece y no le deja despertar jamás.
Un saludo.
Qué pena que contra esa sentencia “desestamatoria” no quepa recurso alguno, ni siquiera de revisión. A veces, la ley imperante en el amor es muy dura, negatoria de la esencia misma del amor; dura lex, sed lex.
Logrado micro, Rosalía.
Mi voto. Suerte.
Gracias Manuel!. Por cierto, muy bien traído ese nuevo palabro, «desestamatoria».
Un saludo.
Lo he leído fuera ya del mes… solo comentar que tienes una capacidad de síntesis brutal, una bonita historia de amor muy bien contada en el que se cumple el dicho: «todo lo que empieza, tiene un final». Suerte con tu micro, Rosalía. Un abrazo.