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Maria Navedo Saurina 

Los titulares del día me recuerdan la visita de «Mr. Smith», un alias para no hacer visible su verdadera identidad. Llega puntual, elegante, vistiendo un traje de buen tejido. Es un potencial cliente que busca la mejor fórmula para preservar su patrimonio. Mediante una detallada presentación le exponemos las inversiones con menos riesgos y su correspondiente coste fiscal. Nuestra máxima es la transparencia sin entrar en terrenos legales difusos. Nos promete pensarlo con calma y darnos su repuesta. Pero su silencio es una renuncia tácita nuestros servicios, quizás por un paso que no nos ofrecimos a dar. Ahora la prensa ha sacado a la luz a conocidos personajes que ocultaron sus bienes mediante sociedades «off shore», lo que conllevará complicados procesos para depurar responsabilidades. Un asunto en el que nuestros clientes nunca se verán implicados ¿Estarán ahí los papeles de Mr. Smith?

 

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6 comentarios

  • Resulta legítimo y respetable, de acuerdo con la legislación vigente, preservar el patrimonio privado, otra cosa es buscar vericuetos a través del ordenamiento jurídico para eludir obligaciones. Vivimos en sociedad y estamos obligados a cumplir las normas.
    Esta firma de abogados hace bien en no formar parte de ese juego alambicado, peligroso e injusto, no contribuir a alimentar esa caja de Pandora que, una vez destapada, puede desencadenar todos los males.
    Es probable que ni estos profesionales ni sus clientes obtengan beneficios escandalosos, que por esa dudosa puerta de atrás si habrían conseguido, pero la honradez y poder andar con la cabeza alta es algo que no tiene precio.
    Un abrazo y suerte, María

     
    1. El principio de solidaridad reconocido constitucionalmente no es interpretado por todos en la misma medida. Parece que nadie se acuerda de ello cuando tiene que acudir y beneficiarse de los servicios públicos. Una lástima que existan demasiadas listas en las que reconocemos a sus protagonistas como si hoy en día los valores de la integridad, la honradez y el honor estuvieran en desuso. Y todo un éxito que haya profesionales valientes que no sigan ese juego y las destapen.
      Gracias Ángel por tus amables palabras. Saludos.