Imagen de perfil¡QUÉ INOPORTUNO!

MANUEL MORENO BELLOSILLO 

Antes de empezar un juicio me suelo informar del carácter y peculiaridades del juez pues, como todos, también ellos tienen sus manías y sus fobias. Del que me turnaron en aquella ocasión decían que era tan hipocondriaco que siempre se protegía de los gérmenes con una mascarilla y al amparo de una muralla levantada con las carpetas de los expedientes. Mi procurador me avisó: «¡en ningún caso le des la mano!», advertencia que venía a certificar los rumores.
Durante el juicio me mantuve aséptico y distante, mientras el abogado contrario incluso se arrimó a la mesa de S. S. para entregarle un documento. El juez lo rechazó como si tuviera la peste. Si nada se torcía, me dije, ese juicio no lo perdería.
De repente, concluyendo, sentí un picor de nariz invencible y la inminencia de un estornudo. Traté de resistirme, pero… aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaachis!!!
Visto para sentencia, dijo el juez aterrorizado.

 

 + 15

 

Queremos saber tu opinión

4 comentarios