Imagen de perfilVOCACIÓN POR LA ABOGACÍA

Gema Mª Ortega Expósito 

Hoy sentía una adrenalina especial ya casi olvidada; volvía al ruedo legal para defender un interesante asunto sobre derecho medioambiental.
Asió la toga que hacía veinte años había colgado en un rincón recóndito del vestidor y la guardó en su maletín.
Marchó camino de su despacho portando en su cartera su antiguo visado de abogada.
Al entrar en su lugar de trabajo reparó en el paso del tiempo, no porque se encontrara abrumada por las extensas modificaciones legislativas, sino porque apreciaba que el formato digital dominaba ahora la profesión.
Recordó el día en que, tras darle varias vueltas, decidió, emocionada y reticente, abandonar la profesión por una dedicación que le ofrecería, a su juicio, una mayor seguridad económica.
Al mismo tiempo, no pudo evitar repasar mentalmente la dulce sensación que le habían producido las batallas legales luchadas.
Sonrió porque el futuro resultaba prometedor; retomar el ejercicio de su verdadera vocación.

 

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