Miradas inéditas
Antonio Presencia CrespoMe encontraba nervioso. Me arreglé el nudo de la corbata. Empecé a repasar mi intervención mientras los magistrados hacían comentarios entre ellos y me miraban con una sonrisa, o eso me pareció. Conocía bien la Ley de Extranjería, difícil pero interesante, y el formato de la vista no me era ajeno. Sin embargo, la fiscal me observaba con una mirada entrañable. También el abogado de la otra parte me dio unas palabras de ánimo y apoyo. Incluso mi defendido me contemplaba con ternura. Parecía no preocuparle haber entrado sin visado, y que estuvieran a punto de mandarle de vuelta a su país.
Gracias a Dios todo fue bien durante la vista, pero lo que tanto temía ocurrió. El Presidente de la Sala dejó su lugar en el tribunal, y antes de que yo dejara la sala, se acercó y alzando los brazos gritó con gran voz: ¡Feliz jubilación!
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Muy bueno, Antonio… Obtienes mi voto sin duda. Toda esa ternura judicial desmedida… finalmente me ha sorprendido. Algo que tu personaje no deseaba: la jubilación. Ahora le tocará aprender a vivir de uno u otro modo. Suerte con tu micro. Un abrazo.
Muchas gracias Francisco Javier por tu comentario y tu voto
Wow, un giro sorpresivo que me ha gustado mucho
Gracias Fede