MADRE JUSTICIA
Belén Sáenz MonteroNo, no estoy estudiando Derecho para progresar en la vida. Me gusta trabajar en la cocina de esta casona y no me siento humillada por servir y tener que mostrarme amable con mis superiores. Puedo representar ese papel durante el horario laboral y luego dejar volar la imaginación en sesiones interminables de películas de juicios y abogados con las que pasamos los domingos. La doncella dice que mi plan es matar a los señores y luego asumir mi propia defensa en los tribunales. No es que les tenga mucho cariño, pero los quiero vivos. Estoy deseando ver cómo levanta ella la ceja cuando me presente en su saloncito llevando de la mano a este que ahora mismo me está dando patadas dentro del vientre. Y la cara de él cuando le entregue el papel con la demanda de paternidad que yo misma, ya como letrada, me ocuparé de gestionar.
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Muy buen relato, real como la vida misma. Es la historia de tantas muchachas del servicio doméstico, abusadas y explotadas, incluso sexualmente, por sus señores. Mi enhorabuena y mi voto.
Muy bueno. Ojalá el Derecho jugase ese papel más a menudo. Enhorabuena.
Una historia dura, pero seguro que real y repetida desgraciadamente muchas veces. Mi voto.
Me quedo con esta idea: «no, no estoy estudiando Derecho para progresar en la vida… sino para que se haga justicia».
Suerte, Belén.
Qué bueno, Belén.