Imagen de perfil24 HORAS

Laura Valtueña Jiménez 

Un día. Sólo pedí un día para tratar de esclarecer mis pensamientos aprovechando mi actual estado de convalecencia. Toda una vida respaldado tras el velo de una profunda amistad entre el bien y el mal, dualidad hecha verbo manifiestamente en Ignacio y en mí. Sin embargo, en esta ocasión, no era capaz de contestar ante su insolente proposición.
Durante años había salido victorioso de cada fechoría perpetrada gracias a mi silencio pero, esta vez, la enjundia versaba sobre un crespo delito de calibre superior y mi papel se tornaba en un galimatías moral. No se trataba de encubrirle sino de delatarle, sabiendo que, así, lograría que me fuera a repudiar de nuestra relación casi fraternal para la eternidad.
Aquellas efímeras 24 horas se habían desvanecido y en un espídico instante ya me hallaba ante las consecuencias de mi decisión.
Un fluorescente titilando y mis rodillas flojeando. Una firma. Una traición.

 

+6

 

Queremos saber tu opinión