ANÓNIMO
Ana Isabel Rodríguez VázquezMi cliente estaba detenido por exhibicionismo y conducta obscena.
Le encontré envuelto en una manta, con evidentes síntomas de desnutrición y una extraña sonrisa en la cara.
-» ¿No me reconoce, letrado? «, masculló. Suelo tocar el teclado en la alameda y le veo paseando por allí. También pido limosna frente al juzgado, aunque la gente no suele reparar en mi presencia».
Yo, que me jacto de mi generosa donación anual a una reconocida ONG, sentí cierto remordimiento al escuchar a aquel hombre.
-» No se preocupe», continuó. No vamos a debatir ahora sí soy un marginado social. Aunque cuando pedí trabajo y una vivienda digna nadie me escuchó. Pero hoy estoy contento, todo el mundo está pendiente de mí. Incluso me han asignado un buen abogado.
Y solo he tenido que bañarme desnudo en el estanque del parque».
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Cuánta gente es transparente a nuestros ojos. Y de cuántos apartamos la mirada. ¿Es el exhibicionismo y otras conductas antisociales una forma de decir «Hola estoy aquí»?. Enhorabuena por tu relato.
Estoy de acuerdo contigo, Ángel. Algunas conductas poco correctas, solo esconden el deseo de hacerse visibles ante la sociedad.
Agradezco tu voto. Un abrazo.
Muy buen relato; Ana Isabel. Estamos rodeados de personas «invisibles» a nuestros ojos e «insensibles» a nuestro corazón.
Te deseo mucha suerte. Te dejo un fuerte abrazo y mi voto.
Besos apretados.
Gracias por tu comentario y tu voto.
Un abrazo fuerte, Pilar.
Bonita historia, Ana Isabel. Un refrescante baño y un abogado. Suerte y un abrazo!!
Un baño refrescante viene bien, con estos calores; pero mejor con bañador… jejejeje.
Un abrazo, Juan Manuel.
An Isabel… coincido con los comentarios de mis compañeros… el toque de atención para ayudar a los desfavorecidos, aunque sea a costa de exhibir conductas «rocambolescas»…
Me ha gustado! Sí, señora!
Te felicito y te mando toda mi atención concentrada en un voto!
Un abrazo
Marta
Hola, Marta. Gracias por tu voto y tus atenciones, jajaja. Un abrazo enorme.
Por cierto, tu y yo no estamos de vacaciones…
Menudo madrugón nos hemos pegado!!!
Ana Isabel, muy buen relato.
Por desgracia hay gente que nuestro alrededor es invisible.
Un relato que hace pensar, enhorabuena.
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Un abrazo.
Hola, Javier. Gracias por tu comentario y tu voto.
Yo también te felicito por tu relato , me ha encantado!!!.
Un abrazo enorme.
Muy bueno, Ana. Da que pensar esa triste realidad que nos muestras. Mi voto y suerte.
Muchas gracias, Eva.
Estoy deseando leerte.
Un abrazo grandote.
Hola, Ana.
Enhorabuena, por el tema que tocas y por cómo lo haces.
Abrazotes!!
Y suertísima.
Muchas gracias, Towanda.
Un abrazo fuerte.