Los peligros del chocolate
Wibo Sefeld Los árboles muertos y blanquecinos otorgan al paisaje una apariencia fantasmal. Entre la maleza, niños de corta edad abriendo vainas de cacao. Hoy, apenas queda una ínfima parte del bosque protegido. Las grandes multinacionales alegan sutilmente que han sobreestimado su abundancia. Sus abogados cobran grandes emolumentos mientras su honor se cuela por las rendijas de la ley. Hasta ahora, nadie ha podido de forma eficaz pararles los pies y a los grupos ecologistas nunca les han querido facilitar el acceso a las plantaciones. Como abogado en ciernes, iluso y comprometido, me habían erigido como firme defensor de la causa. Nadie podía imaginar que el juez fallara a nuestro favor. Hoy, me planto delante de los abogados contrarios, levanto mis minutas y con mucha parsimonia las voy rompiendo. La paz interior que siento es inmensa.
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Un relato comprometido que espero se cumpla en la realidad. Mi felicitación y voto.
El chocolate puede tener también una parte amarga. Este abogado, al contrario que los contrarios, que han olvidado lo que es el honor, es incorrompible, lucha con gran dificultad y gana, contra todo pronóstico.No solo a nivel profesional ha alcanzado reconocimiento. También en el personal, con un acto de dignidad que simboliza que el dinero no es lo más importante.
Un relato con buen mensaje.
Un saludo
Bravo. Mi voto al abogado de las minutas rotas.
Bravo, Wibo. Me gusta tu historia tanto como el chocolate. Mi voto.
Hace poco leí en la prensa que la próxima guerra sería la del chocolate. Por si acaso, yo empiezo a acaparar existencias… Un relato muy bien escrito, enhorabuena y mi voto.
Que tu protagonista haya luchado a favor del chocolate merece mi agradecimiento y mi voto.
Mucha suerte, Wibo.
Besos apretados.
Muchas gracias Pilar, un beso.
La paz interior no tiene precio.
Wibo, buen relato, muy bien escrito. Como me gusta el chocolate negro, negra tengo el alma después de leer tu micro. Me tendría que quitar? Suerte
Gracias Manuel! Tú come chocolate, respira hondo y disfruta…