Fuente insostenible
Samuel FerroEra la única causa que importaba. Aquella por la que había cruzado un país que apenas conocía y de difícil acceso para alguien yo, un abogado que deseaba descubrir la verdad. Lo intenté por las buenas, pero facilitar información por parte del gobierno era algo que no estaba en sus planes, y menos del político de turno. No tuve más remedio que meterme allí, alentado además por aquella madre africana que había perdido a su hijo.
Cuando llegué, descubrí que no había paz, solo guerra, y mientras, la petrolera occidental sacaba tajada usando los medios a su alcance para desestabilizar al país, y desgraciadamente de forma eficaz. Pero el destino estuvo de mi lado, encontré las pruebas necesarias para destruirlos, tanto a la empresa como a su político untado. Aunque para ello tuve que enfrentarme a la guerrilla local y al niño desaparecido que me apuntaba con un arma.
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Relato de triste y rabiosa actualidad. Enhorabuena y mi voto.
Muchas gracias por el comentario!
No es fácil ir contra corriente, enfrentarse a los grandes intereses que todo lo manipulan. Lo más duro de todo es comprobar que en algunos países la gente no importa nada, solo son peones de un gran juego, utilizados sin escrúpulos, sin importarles, siquiera, que sean niños. Ese abogado arriesgó su vida, pero seguro que quedó con la satisfacción del trabajo bien hecho.
Un relato que demuestra que, si todos aportáramos algún esfuerzo, en lugar de mirar para otro lado, si la gente y la justicia nos importase, el mundo sería otro y mejor.
Un saludo, Samuel
Que gran razón tienes! Gracias por tu comentario.
Tu abogado sí que es valiente. Los que yo conozco no salen de su despacho (un servidor incluido). Buena historia y bien contada. Enhorabuena y mi voto.
Muchísimas gracias!
Cuando la corrupción aparece desaparecen los principios. Hay que ser muy valiente para arriesgarlo todo por descubrir la verdad. Tu protagonista lo ha logrado. Buen relato, Samuel. Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos apretados.
Quizás todo deberíamos hacerlo… y muchas gracias por tu comentario y tu voto!
Buen relato y real como la vida misma. Felicidades. Suerte.
ser justo en países bananeros es tarea casi imposible. has tocado con poca palabras muchos temas; de ellos la cuestión de los niños soldados es sangrante. La infancia robada a golpe de un fusil es condenar a un pueblo a perder identidad y condenar su futuro.
muy real y valiente tu micro.suerte.
Muchas gracias!!
Un voto a tu letrado Indiana Jones
Me encantó! Una historia que puede estar pasando ahora mismo. Enhorabuena!
Muchísimas gracias!
Samuel, felicidades por tu relato. Te sumo otro voto. Suerte, compañero.
Un saludo!!!
Muchas gracias!
Valiente tu «prota», Samuel y muy buena historia. Te deseo mucha suerte y te doy mi voto. Un saludo.
Muchas gracias!