LOCADEMIA DE ABOGACÍA II
Eduardo Martín Zurita«¿Taburetes, en lugar de pupitres, para impedir la relajación? Concurren otros incumplimientos. Menos estampas de San Raimundo de Peñafort por las paredes y más estar al corriente de las actividades de los alumnos. Tenga la seguridad, señor mío, de que hemos investigado a fondo. Ha sentado las bases, sin pretenderlo quizá, con sus incuestionables preparación y sabiduría, para que el más avieso de los piratas informáticos saboteara miles y miles de ordenadores, y para que hiciera de las suyas el urdidor de ingenierías financieras en los tejemanejes con los paraísos fiscales. No le extrañe que lleven semanas sin venir a clase esos maleantes nada presuntos. Traigo una orden de clausura y desalojo de la academia, la del microrrelato de abril de 2015. En cuanto a usted, señor director, ya se depurará su responsabilidad. Y… ¡hop!No ponga esa cara, que soy su alumno número tres con una máscara de látex».
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Hola, Eduardo.
Una auténtica locademia de abogacía, jajaja, me encanta tu historia con esas palabrillas muy bien encajadas.
Unos abrazos enormes y suerte, amigo.
Hola, Towanda.
Gracias por tu comentario. Me encanta que te haya hecho reír. No resulta nada fácil encajar las palabras, es cierto. Hay que darle vueltas y vueltas. pero al fin…
Un beso muy muy fuerte.
Pocos microrrelatistas se atreven con segundas y hasta con terceras partes en este concurso. Y la verdad es que la abogacía da para muchas locademias y toda clase de desvaríos mentales.
Me suena que la primera parte fue en 2015, pero tú, como autor, lo tendrás más claro.
Suerte, Eduardo
Hola, Manuel.
Un ¡¡¡ HONOR !!! que me comentes. Eres la bomba, también como lector, y como todo, claro con Santiago Muñoz Machado, de la camada de mi tocayo García de Enterría, por desgracia fuera de este mundo, cómo no ibas a darte cuenta. Recuerdas mejor que el autor que, ante la secuela sufrió un despiste, que a ver cómo subsanamos. La primera parte fue en abril de 2015 y no de 2016. Hablaré con Mercedes a ver cómo procedo pues desearía que figurase 2015, fecha verdadera a la que presto, como es natural, todo mi apoyo.
Mi suerte es tenerte en este prestigioso concurso, siempre a la cabeza además. Y con mucha clase.
Un abrazote y felices vacaciones cuando te toquen.
Eduardo!
Esta vez me toca a mí comentarte!!! Enhorabuenaaa… es un relato y metarrelato a la vez… comentándote a ti mismo!!! (con la cita a tu relato I)
Me ha gustado mucho: ágil, divertido y con giro final sorprendente, como me gustan las pequeñas historias!
Que tengas mucha suerte y ya sabes… no ha dos sin tres… espero la siguiente entrega!!
Un abrazo
Marta
Hola, Marta.
Gracias por tu comentario, por tu felicitación y por tus buenos deseos para con mi, en efecto, pequeña historia,. No sé si con esta secuela se detiene el tren. Ya veremos. A lo mejor terceras partes fueran buenas. Qué sabe nadie… Desde luego, por ti, voy y lo intento; por el placer de que me leas y me comentes. Quedo a la espera de otro de tus textos tan formidables.
Un beso fuerte y felices vacaciones veraniegas.
Caramba con los incumplimientos de la Locademia!! Y la máscara de látex, jaja…
Vaya, creo que no me voy a inscribir allí para el nuevo curso.
Un abrazo.
Carme.
Hola, M. Carme
Tendrías lugar de preferencia tras la inscripción. Gracias por tu comentario y felices vacaciones de verano.
Un beso fuerte.
He releído tu relato (que no alcancé a comprender hasta que no he visto que es una segunda entrega de otro anterior). Y …, no quiero imaginarme una escuela de práctica jurídica cuna de futuros delincuentes. Por cierto, el número tres… un resentido. Suerte.
Hola, Ángel.
Honor de los grandes el que dejes caer tu sabiduría y buenas intenciones por mi humilde rectángulo. Me gusta mucho tu comentario. Seguro que sí, que el número tres es un resentido y de ahí no pasa.
Feliz verano y un abrazote.