LEY 35/2015
Ángel Montoro ValverdeHizo trizas los 50 euros, cogió su varita mágica y ¡alehop! el billete como nuevo. Idéntica liturgia con el naipe quemado, del que, cual fénix, emergió una sota. Repitió la acción triturando una bombilla que tras el taumatúrgico gesto y para sorpresa del respetable, irradiaba una intensa luz, cuyo efecto cegador sirvió al ladrón para hacerse con aquel todopoderoso palitroque.
El desconcierto en la sala era absoluto, pero con total seguridad conocí al momento la identidad del maleante más que presunto, cuando descubrí vacío un taburete de la primera fila. Corriendo subí hasta el camposanto iluminado por un cuarto menguante, y allí estaba Juanito, golpeando rabiosamente con aquel palo inútil la tumba de Alicia.
Le abracé y lloramos desesperanzados, pues la varita del prestidigitador no resucitaba mamás y mi capa mágica de abogado sólo arrancará a la aseguradora del conductor bebido, coleccionista de infracciones e incumplimientos, un puñado de billetes.
+39
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Mucha suerte y un voto por tu microrrelato que cuenta una emotiva y triste historia. Un saludo.
Gracias amigo. suerte con tu proyecto.
Vaya, esta vez has cambiado de registro, don Ángel, y nos has tocado muy adentro con la varita mágica. Juanito se merece nuestro apoyo desmedido, para que, además del puñado de billetes, tenga nuestra compasión en el sentido más literal de la palabra (de compartir su padecimiento).
Suerte, y un abrazo, compañero.
Gracias Manuel. En efecto, no basta la justicia en lo que se refiere a daños morales.
Enhorabuena Ángel!!!
Dominas todos los generos. Es genial.
Esta ley lleva de cabeza a los abogados y a los peritos médicos.
Un saludo y mucha suerte!!!!
Gracias María Dolores por tus amables palabras. En el tema que abordo, la justicia siempre se quedará corta. Espero ver pronto publicado uno de tus relatos cargados de humanidad. Saludos.
Ohhhh! Qué tierno tu relato, Ángel! Me has engañado, pensaba que iba a tomar a tomar otro rumbo, pero… abracadabra… menudo final!
Enhorabuena y mucha suerte!
Un abrazo
Marta
Hola Marta. Al final igual se me pega algo de tus sorprendenrtes relatos, y puede ser que «hasta de la talla». ¡Mucha suerte con tu micro de julio!
Hola, Ángel.
Uf, qué micro tan emotivo y tan evocador.
Te felicito por ese cambio en tus registros anteriores, lo que demuestra que tienes la varita mágica para conseguirlo.
Un abrazo y mi apoyo.
Con un niño intentando resucitar a su madre era difícil imaginar otro final. Gracias Towanda por tu apoyo. Esperando leer tu relato de este mes.
Este mes no estoy entre los nominados, qué pena…
Aún así, estaré muy pendiente de vosotros y os desearé la suerte que merecéis.
Unos abrazos.
Bueno, bueno Towanda, que hay más meses que longanizas. La verdad es que es raro no ver tu relato, pero seguro que el próximo mes lo bordas. Un abrazo.
Olé, tu!!
Este mes, en vez de una sonrisa, nos has arrancado una lagrimita. Y, por supuesto, nos haces reflexionar acerca de las limitaciones de la ley y de los abogados.
Mucha suerte.
Agradezco tus palabras Ana María. Efectivamente a veces se tiene la sensación de que a la justicia hay que sumarle algo de humanidad. No estamos profesionalmente obligados a ello, pero…
Enhorabuena, estoy convencida que has conseguido emocionar a todo el que haya leído tu historia. Mucha suerte. Un saludo.
Buenas tardes Carmen. Recibo con profundo agradecimiento tus palabras. Muy agradecido. Un abrazo.
Estupendo relato, Ángel. Tierno, sorprendente, cautivador,… ¡Menuda racha llevas este año! Que siga, siga. Mucha suerte.
Ja, ja . Voy a aprovechar las «vacas gordas», y a seguir aprendiendo de los maestros.
Lo que parecía un relato más bien humorístico se convierte por arte de magia en un conmovedor cuento sobre la desgracia de un niño. Lo último de los billetes no está nada claro. Es de bien nacidos…
Un saludo y suerte
Gracias compañero por tu comentario.Y que la magia y la suerte te acompañen
Hola, Ángel.
Del humor al drama en un sesgo maravilloso. Un texto de calado, con el tema, siempre candente, de las aseguradoras y las indemnizaciones tan difíciles de cuantificar. La pulsión interminable de lo moral en el Derecho, del iusnaturalismo… Mi enhorabuena máxima seguramente, con profundo respeto a los demás, para el mejor de los relatos de esta tanda de la mano de ese niño metido a mago.
Un abrazote.
Abrumado por tus palabras, que agradezco profundamente.
Gracias