Imagen de perfilSIN TANTO CUENTO

Carmen LLopis Fabra 

Como abogado laboralista me había encontrado muchas veces con situaciones que era preciso erradicar y que clamaban al cielo. Más de una vez tuve que defender a una población vulnerable que era explotada por empresarios que pensaban que el empleo de personas sin papeles era la oportunidad perfecta para sacar un beneficio extra.
Mis clientes trabajaban en una mina de sol a sol sin los más mínimos derechos básicos y en condiciones tercermundistas. Tuve que llevar a juicio a su empleador para conseguirles contratos justos y mejora de sus condiciones laborales.
Los siete enanitos quedaron muy contentos con mis servicios y como pago me trajeron un saquito con diamantes. Les acompañaba una muchacha llamada Blancanieves que había dejado al explotador príncipe empresario y que ahora vivía con ellos dedicándose al cuidado de un huerto ecológico de manzanos.

 

+9

 

Queremos saber tu opinión

6 comentarios