Imagen de perfilOpositando de oficio

Mar López Salmerón · Mar 

Para Guillermo no existía una población más vulnerable que los opositores a Judicaturas. Llevaba años quejándose sobre todos los aspectos de la oposición, que si “el temario es inabarcable”, que si “solo opositan los valientes”, que “había que tener una constancia de hierro” a todo aquel que quisiera escucharle.

Después de suspender tras 7 años estudiando, había decidido que ya había sufrido bastante. Realizaría su vocación, erradicar las injusticias, de otra forma, buscaría una oportunidad de empleo en el turno de oficio. Total, nada podía ser más difícil que opositar.

No habría ningún problema, llevaba colegiado todos esos años, por lo que cumplía los requisitos, solo le faltaba el curso.

Al terminar el curso estaba exultante, por fin cumpliría su sueño.

En su primera guardia sonó el teléfono, un acusado de homicidio.

Tras la vista preliminar, salió temblando. Aquello era demasiado duro y decidió que volvería a estudiar Judicaturas.

 

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