Imagen de perfilEL ARCA DE NOÉ II

SANTIAGO MESSA POULLET 

Y empezó a llover. Y cayó agua como jamás había vertido el cielo, inundándolo todo. Noé pudo conservar una pareja de animales de cada especie en el arca, incluidas las discriminadas hermafroditas; pero ese afán paternalista no le impidió tener que comparecer a un nuevo juicio. Una pieza separada de su anterior pleito por discriminación sexual animal le llevó a sentarse nuevamente en el banco de los acusados. Sus hijos Sem, Cam y Jafet serían testigos, el búho ejercería otra vez como abogado defensor y la templada avestruz presidiría la sesión. Noé era el máximo representante de la raza humana y debía responder a las acusaciones de pesca ilegal, manipulación meteorológica y atentado al sistema natural.
Las pruebas no dejaban ninguna duda. El mar de plástico se extendía ocupando lo que debía ser el monte Ararat. Condenado a multa ejemplar y responsable civil subsidiario.
…Y paró de llover.

 

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