PENSIONES, DERECHOS Y AMORES
Ángel Montoro ValverdeCorría y corría y corría en igual dirección que los demás. Como ñus cruzando el Mara, sin tiempo para pensar, fui descartando bocacalles que salían al paso. Observé cómo a todos, inexplicablemente, nos faltaba un zapato. Por eso, al llegar al hemiciclo formamos asamblea para estudiar tan insólito suceso, discutiendo nuevas fórmulas para la movilidad, la colectivización del calzado, el aprovechamiento por turnos previa firma del albarán de entrega, o la altura de los tacones. Alguien con más anillos que dedos apeló a la libertad individual mientras que otro insistía en abogar por su prohibición.
Al final se impuso el sentido común y nos amputamos los pies descalzos.
La decisión, aunque dolorosa, era justa; razón por la que extendimos tan equitativo criterio a todos los ámbitos, para censurar ideas y cercenar sueños que corrían el riesgo de no cumplirse.
Yo, persona culta y políglota, guardo silencio en varios idiomas.
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Ángel…. muchas felicidades por tu historia, me ha parecido un gran ejercicio entre la distopía y la ciencia ficción.
Tiene momentos antológicos: » se impuso el sentido común y nos amputamos los pies descalzos»… je, je… porque, total… para qué sirven si no???
Y el final, chapeau!!!
Enhorabuena y bienvenido a ti también!
Un abrazo, Ángel!!!
Marta
Y gran texto con guiño (o más bien, sopapo) a la actualidad y reinvindicativo… se sobreentiende (aunque no lo haya mencionado antes…)
Gracias amiga. Efectivamente el límite entre el miedo y la prudencia a veces no es más que una delgada linea roja. Espero tu relato.
Hola, Ángel.
Arrollador. Loco. Distópico. Arriesgado…
Un micro que muestra talento y trabajo.
Como siempre, te mando este abrazo y mi apoyo ante un texto que me encanta.
Grande, grande, grande.
Gracias Towanda. De todos modos, si alguien se ha trabajado el texto este mes, eres tú.
Ángel, me parece un relato extraordinario. Dentro de ese casi sin sentido, esconde mucho más.
Has escrito frases que me encantan como: «fui descartando bocacalles que salían al paso», «Alguien con más anillos que dedos», «Al final se impuso el sentido común y nos amputamos los pies descalzos».
Cada una de ellas son como una fotografía, que nos hace ver este genial relato.
Enhorabuena y mucha suerte.
Un abrazo.
Gracias Javier. Esperando leer pronto uno de esos relatos tuyos, comprimidos, que cuentan tantas cosas en las más insospechadas situaciones.
Lo novedoso y lo que está fuera de la razón tiene que canalizarse. La individualidad ha de tener cabida en una sociedad cada vez más aborregada. Un relato de lo absurdo que nos invita a la reflexión. Gran texto, Ángel. Mi voto y un abrazo.
Hola Salvador. Una vez que me publican el relato, espero expectante tu comentario. Siempre tan generoso . Gracias
Surrealista, pero divertido, jaja. Te eché de menos el mes pasado. Suerte
Gracias Eva. Yo también me eché de menos, ja, ja.
Hola, Ángel.
Grandísimo texto el tuyo. Trepidante y con esa trama sorprendente tan exigible a un microrrelato que se precie. Y, para colmo, un final epatante. El manejo del sentido común —el menos común de los sentidos— resulta desternillante. Hay que ver a lo que da lugar la falta de un zapato.
Mi más muy mayor enhorabuena y un abrazo bien grande.
Gracias Eduardo por tus siempre alentadoras palabras..Hace tiempo que no te leo, así que… ya sabes, coge la pluma y garabatea hasta que salga algo. Y un consejo: lleva zapatos de cordones.
Saludos Angel me ha impactado su micro, pienso ha sido un ejercicio coherente e insuperable de crítica a la sinrazón de estos tiempos. Algo así como un golpe de puño de una sola pulgada.
Hola Jorge. Agradezco tus marciales palabras. Un abrazo
¡Madre mía, pero qué bueno eres!
A tus pies, incluso cercenados.
Hola amiga Margarita. Agradezco que otra vez me saques los colores.
Ángel, son todos tus micros fascinantes.
Mi voto lo tienes,como siempre, desde el primer día.
Un saludo
Anda! Pues ha funcionado el envío de mensajes.
Algunas funciones de la página no funcionan, y a través del móvil menos.
Gracias María Dolores. Un gustazo verte otra vez por aquí pisando fuerte
Un micro redondo. Original, diferente y muy interesante. El párrafo » La decisión, aunque dolorosa,…corrían de no cumplirse» es francamente memorable. Mi voto.
Gracias Manuela por tus palabras, a pesar de estar «huída».