RECUPERACIÓN EMOCIONAL
PILAR ALEJOS MARTINEZMaría admiraba orgullosa la orla sobre la pared de su reluciente despacho. La lista de honorarios dispuesta sobre la mesa esperaba a que el primer cliente entrara en su modesto bufete. Había decidido arriesgarse a ejercer por su cuenta, dada la escasez de ofertas recibidas desde que terminó la carrera.
Sintió un sobresalto cuando sonó el timbre de la puerta. Al abrir, el corazón le latía golpeando el pecho. Se encontró frente a una anciana de cuerpo cansado y ojos enrojecidos. Sentadas una junto a la otra, logró tranquilizarla. Solo entonces se atrevió a hablar. Le contó sus años de lucha, tras mucho investigar, para obtener la licencia que le permitiese remover la arena, en la linde del cementerio. Había descubierto que allí fusilaron a su padre.
Ahora, con la Ley de la Memoria Histórica en las manos y su ayuda, al fin, sus restos descansan en paz.
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¡Qué alegría verte por aquí, Pilar!
Mucha suerte.
Margarita, muchas gracias por tu mensaje. Es mi primera participación y ando un poco perdida.
Mucha suerte también para ti, aunque sé que no la necesitas.
Besos.
Muy bien engarzadas las palabras y buen trabajo el de ese abogado, al igual que este relato.
Un abrazo grande
Ángel, muchas gracias por tener la amabilidad de acompañarme en mi estreno. Espero que seas mi talismán.
Muchísimas gracias por tu buena valoración de mi relato.
Besos apretados.